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La tendencia de la alimentación ecológica crece día a día, impulsada por el deseo de las personas de consumir alimentos saludables. Si quieres ser parte de este mercado, contacta con los proveedores de frutas ecológicas de Sevilla reunidos en nuestro portal.
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Las frutas ecológicas son una alternativa interesante para cualquier negocio relacionado con la alimentación. Tanto si eres mayorista de alimentación como propietario de un negocio de hostelería, te interesa contar con este tipo de producto dado que la fruta ecológica aporta muchas ventajas frente a la de cultivo tradicional.
Esta es la razón por la que las frutas biológicas tienen una cuota de mercado apreciable y se ha convertido en un producto “mainstream”. Por lo tanto, hay un mercado lo suficientemente importante como para incorporarlas a tu negocio. Muchos mayoristas de alimentación venden frutas ecológicas en sus comercios y bares y restaurantes los utilizan para sus postres, guarniciones o, simplemente, como materia prima de sus zumos.
La aparición de la agricultura ecológica es un movimiento paralelo al ecologismo. Cuando en Occidente se reduce el hambre, se da importancia más al "cómo" que al "qué". El cultivo de las frutas y verduras ecológicas se inicia en la década de 1920. En realidad, son varios los modelos que coexisten en función de la filosofía que se aplica. Los cultivos biodinámicos, creados por Rudolf Steiner en 1924, fueron la primera alternativa. En segundo lugar, los cultivos orgánicos se extendieron en la década de 1930. Finalmente, la agricultura de no intervención se extendió en la década de 1950. Puedes consumir cualquier fruta, tanto de temporada como tropical porque la condición es que se pueda cultivar con las condiciones climáticas del lugar.
Pese a esta diversidad, la Unión Europea ha regulado estos cultivos desde 2009 por el aumento de la demanda internacional; hay una directiva que indica cuáles son los procedimientos a seguir. En España, cada Comunidad Autónoma cuenta con un consejo regulador de agricultura ecológica, con el objeto de aportar un valor añadido. Hoy día, la demanda de fruta ecológica es mayor y son varias las especialidades que puedes conseguir con garantías sanitarias. Entre estas frutas ecológicas, hay manzanas, peras, melones, sandías, aguacates, cerezas, melocotones o uvas entre muchas otras. Tener presente esta cuestión es fundamental para saber elegir una fruta de acorde con tus preferencias.
La agricultura ecológica tiene la ventaja de no utilizar pesticidas ni abonos químicos. Por lo tanto, tendrás la garantía de degustar un producto natural y de calidad. Los escándalos sobre intoxicaciones alimenticias o consecuencias a largo plazo han hecho tomar conciencia. Has de tener en cuenta que la demanda de estos productos ha crecido porque la población está cada vez más concienciada. Además, una fruta ecológica permite que comas la piel, simplemente con lavarla. En consecuencia, si tu intención es ofrecer una buena pieza de fruta de las de antes a tus clientes, esta es una buena posibilidad.
Las frutas ecológicas son sostenibles porque se respetan los ritmos naturales de la tierra. Una de las ideas de esta metodología es aprovechar al máximo las temperaturas naturales o ciclos lunares. Por otra parte, este tipo de agricultura redunda en la mejora del modo de vida de las personas que trabajan la tierra. El target de cliente que valora la responsabilidad social de las empresas estará interesado en consumir este producto. Cada vez más, los clientes reclaman que se ofrezcan productos que contribuyan al equilibrio de la tierra.
Como principio general, las frutas ecológicas contienen una mayor proporción de nutrientes. Uno de los problemas de los pesticidas o fertilizantes químicos es que aumentan el tamaño, pero se pierden vitaminas y minerales. Este es el motivo por el que optar por la fruta ecológica es una alternativa interesante. Uno de los aspectos que más valoran los consumidores es comer una fruta nutritiva. Las personas somos lo que comemos, de ahí que se valore la calidad y lo que aporta una pieza. Has de tener en cuenta, eso sí, que en tamaño una fruta ecológica siempre será más pequeña que la tratada con productos químicos.
La reducción de emisiones contaminantes es una ventaja interesante que influye sobre otras cuestiones. La idea es que no se fuerza la capacidad de generar producto más allá de lo natural. De esta manera, no se necesitan fertilizantes ni compuestos químicos que generarían emisiones, tanto para la fabricación como en el propio cultivo. Por esta razón, hay una reducción de emisiones que contribuye a mantener el equilibrio del medio ambiente. Este elemento tiene cada ve más importancia en el mundo comercial y, por lo tanto, hay un público que lo demanda. Si quieres ofrecer un producto que mejore la imagen corporativa de tu negocio, esta es una opción.
Comer sano no está comprometido con respetar el medio ambiente y contribuir a un mundo mejor.