Se trata de una nueva ley que ha entrado en vigor desde el 28 de julio 2015, permite a familias, autónomos, emprendedores y empresarios que tienen deudas (hipotecas, créditos personales, tarjetas de crédito, etc…) librarse de las deudas, siempre y cuando cumplan unos requisitos (básicamente no poder pagar las deudas y ser deudor de buena fe).
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