Si en tu negocio ofreces a tus clientes una carta de vinos para consumo en el local o si simplemente vendes el producto para consumo en casa o para regalo es importante que quienes tienen contacto con el cliente conozcan al menos lo básico sobre los vinos. En este artículo tratamos sobre cómo recomendar un vino blanco, con que se puede maridar, cómo se debe servir, entre otros aspectos importantes.
Tipos de vino blanco
Muchas personas piensan que el vino blanco se elabora solo a partir de uvas blancas y ese es el primer gran error. Ese color del vino blanco que puede variar desde un amarillo clarito hasta un amarillo oro proviene de la pulpa, pero existen algunas uvas negras también utilizadas en la elaboración de este vino.
Se produce vino blanco en muchos sitios del mundo y con características bastante diferentes de una zona a la otra porque se utilizan muchas variedades de uvas con características de sabor y color diferentes. Por ejemplo, entre las variedades de uvas blancas utilizadas para fabricar vino blanco son muy conocidas las uvas chardonnay, sauvignon así como las uvas riesling. En las uvas negras utilizadas para elaborar vino blanco destaca la variedad Pinot Noir.
Según el experto que uses como referencia, la clasificación de vinos blancos puede ser más o menos detallada. En este caso, vamos a hablar de :
Vinos blancos aromáticos: Suelen ser elaborados a partir de variedades como la Moscatel, E blanc, Gewürztraminer así como de variedades de uvas blancas gallegas.
Vinos blancos con cuerpo: Este tipo de vinos tienen un sabor más contundente no solo por el tipo de uva utilizado en su elaboración sino también porque son vinos con algún grado de crianza.
Vinos blancos más ligeros: no son tan suaves como los aromáticos pero no llegan a tener el cuerpo de los anteriores. Ofrecen un punto intermedio entre el aroma sobresaliente de los primeros y el cuerpo de los segundos.
Vinos blancos espumosos: Se dice que un vino es espumoso cuando además de las burbujas, al servirlos se crea espuma. Son vinos un poco ácidos, y si son elaborados con alguna variedad de uvas negras entonces el saber es de mayor contundencia.
Obviamente los vinos espumosos más conocidos son el Champagne y el Cava, pero no son los únicos, en Francia, Alemania e incluso en América se elaboran espumosos de gran calidad.
Consejos para recomendar un vino blanco
- Lo primero es considerar el maridaje. El vino blanco suele consumirse como aperitivo o bien para acompañar el postre. Como acompañamiento del plato principal es usual utilizar el vino blanco como acompañante ideal para carne blanca, pescados y mariscos. También es muy buen acompañamiento para una tabla de quesos, sin embargo, en este caso es importante que el sabor del vino no “mate” el sabor de los quesos.
- El vino blanco debe ser servido frío, la temperatura en ideal es unos 12ºC, por lo que la botella debe estar en el frigorífico entre 2 y 4 horas.
- En teoría, la botella sacarse del frigorífico una media hora antes de servirlo, a la vez que se le quita la lámina metálica que recubre el cuello de la botella. Esto se hace para permitir que empiece a respirar a través del corcho.
- Al servirla, es tomar la botella por la base para no pasarle calor con la palma de la mano al cuerpo de la botella, y al vaciar el vino blanco en una copa, no muy ancha, hacerlo hasta la mitad y en un ángulo de 45ºC.
- Cuando no se está sirviendo la botella tiene que tener el corcho puesto para no perder sus características de color, aroma y sabor, y una botella que se ha abierto debe consumirse en un período de no más de 4 días.
Ofrece vino blanco a tus clientes con el conocimiento de que sabrás cuál elegir según la circunstancia, claro está que el gusto personal influye mucho, pero elegir un buen proveedor de vinos blancos es el primer paso para ofrecer un producto de calidad.