No es un secreto que el huevo está muy presente en la dieta mediterránea, ya que se trata de un alimento muy completo y versátil.
En el mercado podemos encontrar huevos procedentes de varios tipos de aves, los más consumidos los de gallina, seguidos por los de oca o pato, y luego por los huevos de codorniz. También se consiguen huevos de avestruz y ñandú.
- Clasificación de los huevos
- El mercado de los huevos en España
- Regulaciones a la producción de huevos en España
Clasificación de los huevos
Es importante que los consumidores conozcan que los huevos de gallina Categoría A son huevos frescos destinados al consumo y que los huevos categoría B son huevos conservados, de segunda calidad, desclasificados y destinados a la industria. Los huevos Categoría A deben ser consumidos en un plazo no mayor a 28 días a partir de la puesta, y se denominan extra-frescos a aquellos que se consumen en un plazo no mayor a 9 días a partir de la puesta.
Ahora bien, los huevos se clasifican también por su peso, resultando que:
- Super grandes: XL 73 o más gramos
- Grandes: L 63-73 gramos
- Medianos: M 53-63 gramos
- Pequeños: S Menos de 53 gramos
Según datos de MERCASA, y basado en los datos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, en el 2011 se consumieron en España un total de 6.010.732 miles de kilos de huevos, de los cuales 5.866.395 miles de kilos corresponde a huevos de gallina. Esto representa un consumo per cápita anual de 8,21 kilos de huevos. Esto representa un importe de 739.900 miles de euros.
El mercado de los huevos en España
En 2010, el sector de los proveedores de huevos en España aportó con su producción al sector agrario un aproximado de casi 895 millones de euros que representaba aproximadamente un 7% de la producción total animal.
Este año los precios han sufrido bastante debido básicamente a la gran inversión que han tenido que hacer los productores en infraestructura para cumplir con las nuevas regulaciones europeas, que buscan evitar que las aves estén hacinadas.
La comunidad con mayor población de gallinas ponedoras es Castilla La Mancha con aproximadamente 35% de los 46,7 millones de animales censados en España.
Es un mercado que históricamente ha presentado precios estacionales, aumentando el precio en otoño-invierno y bajando en primavera-verano.
En tanto, la producción de huevos de otras aves es insignificante comparada con la de la huevos de gallina.
En la Comunidad Económica Europea, España solo se ve superada por Francia en la producción de huevos, que durante 2010 según estimaciones de FAO Y EUROSTAT, alcanzó las 950 miles de toneladas frente a las 819 estimadas para España.
Se calcula que en España, el 85% de los huevos se consume fresco y solo un 15% pasa a la industria de ovoproductos (productos derivados del huevo).
Regulaciones a la producción de huevos en España
Debido a que es un producto que requiere ciertas condiciones de conservación para no perder calidad, así como a las posibles consecuencias en la salud si se consume huevo en mal estado, existe una fuerte regulación en España aplicable a la producción y comercialización de este producto.
La actividad de las empresas de huevos está sujeta a un conjunto de normas denominadas Modelo Europeo de Producción (MEP) que, en resumen, busca la sostenibilidad de la producción agroalimentaria a la vez que protege el medio ambiente, así como el bienestar y salud de los animales. En el caso de la producción avícola, las granjas en España han tenido que mejorar sus instalaciones, así como adecuar la producción para ajustarse a estas normas.
Respecto al etiquetado de los huevos, la normativa Europea fue instaurada a partir del 1 de enero del 2004, y consiste en una serie de números rojos que se graba en los huevos. Estos números son obligatorios en aquellos huevos de categoría A, y deben incluir la fecha de caducidad.
El primer dígito indica la forma de cría de la gallina:
3: criadas en jaulas (95% de la producción española)
2: criadas en suelo
1: camperas
0: producción ecológica
Las dos letras siguientes indican en que país han sido producidos. El resto de los dígitos sirve para identificar la granja en que se ha producido el huevo. El embalaje también debe estar identificado.
También existen normas estrictas respecto al control de emisiones al medio ambiente y la adecuada disposición de los subproductos y residuos de las granjas.
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