Tus clientes merecen el mejor jamón serrano

¿Cuántas veces te han servido una tabla de embutidos o un simple bocadillo de jamón  con un producto de pésima calidad?   ¿Por qué un cliente tuyo pediría un plato con jamón serrano para encontrar que has utilizado un producto sin sabor, muy seco, demasiado graso o simplemente con una relación precio /calidad totalmente inadecuada?

• Razones para utilizar un buen jamón serrano
• Consejos para adquirir un buen jamón serrano

Razones para utilizar un buen jamón serrano

El jamón es uno de los productos estrella de la gastronomía española y ya sea que lo ofrezcas directamente para su consumo en tu local o que lo vendas a peso o por pieza para consumo en la casa del cliente, lo importante es que ofrezcas un buen jamón.

• Incluso si van en busca de bajos precios, los clientes siempre esperan recibir la mejor calidad posible.
• Si ofreces jamón serrano de calidad, la posibilidad de que ese cliente vuelva a tu negocio es mucho mayor que si ofreces un producto mediocre
• La reputación de tu negocio se puede ver afectada si la calidad no es la esperada
• Si utilizas buen jamón serrano en la preparación de tus platos, en el producto final se reflejara esa calidad, pudiendo también reflejarse en el precio.  Aún más si utilizas un jamón ibérico

Consejos para adquirir un buen jamón

Lo primero es que contactes con un buen proveedor de jamón.  Es posible que el mismo proveedor te pueda ofrecer diferentes tipos de jamón, por tanto diferentes calidades.  No pretendas conseguir jamón ibérico a precio de jamón serrano. Es importante que conozcas los diferentes tipos de jamón disponibles en el mercado.  Por ejemplo, saber que hablar de jamón ibérico, jamón curado  y jamón serrano significa hablar de productos diferentes en cuanto a su procedencia y calidad. Sigue también estos consejos para diferenciarlos:

• No compres un jamón que no esté debidamente etiquetado. La etiqueta te proporciona sobre el tipo de jamón, considerando el tipo de cerdo del que proviene así como la forma en que ha sido alimentado.  También indicará si el producto cuenta con alguna certificación.
• En el caso de los jamones ibéricos, usualmente también ofrecen información sobre las certificaciones de calidad emitidas por los organismos reguladores de la Denominación de Origen protegidas.
• En cuanto al sabor y olor, destaca el jamón ibérico por un sabor delicado pero un olor intenso.  Quienes son expertos en catar jamón pueden incluso detectar un ligero toque a bellota.  En el caso el jamón serrano proveniente  de cerdos blancos, el sabor es menos intenso, tiende a ser más salado y su sabor dura mucho menos que el del ibérico en el paladar.
•  Si compras jamón serrano etiquetado como especialidad tradicional garantizada puedes estar seguro que tiene al menos siete meses de curación.  En la zona del codillo evitar comprar si presenta hendiduras o acanaladuras, esto puede significar que la pieza no tiene suficiente grasa y músculo en la zona,  pudiendo entonces de tratarse de un producto muy seco.  El color de la grasa debe ser blanco/amarillento
• En el caso de los jamones ibéricos, suelen tener un peso entre los 6 y los 8 kgs. Y con un tiempo de curación mucho mayor que el jamón serrano ya que debe oscilar entre los 20-28 meses. Algo también que diferencia bastante al jamón ibérico del serrano es que la grasa no está separada de la carne, sino más bien como infiltrada.
• Esta claro que incluso comprando dos jamones de la misma marca, uno puede resultar mejor que otro, pero en términos generales las empresas productoras siguen procedimientos muy estrictos en cuanto a la selección de los animales, alimentación y posterior curación del jamón para así garantizar al máximo un  nivel homogéneo de calidad.

Por tanto, no nos dejemos guiar por las grandes gangas, la calidad se debe pagar y tu cliente así lo merece y lo exige.