El azúcar, genéricamente llamada sacarosa, se obtiene de la caña de azúcar (70% de la producción mundial) y de la remolacha (30% de la producción mundial). Es un hidrato de carbono simple que hoy más que nunca está en la mira de los consumidores, básicamente, porque se han asociado una serie de efectos negativos a su consumo excesivo como la obesidad y la diabetes.
- ¿Para qué necesita el azúcar nuestro cuerpo?
- ¿Tiene otros usos diferentes a los alimenticios?
- Tipos de azúcar
- Consumo de azúcar en España
No debemos eliminar totalmente el azúcar de nuestra dieta, ya que nuestro organismo la necesita en una dosis aproximada de 70 gr. por día.
¿Para qué necesita el azúcar nuestro cuerpo?
Consumido con moderación, el azúcar es beneficioso:
- Para que nuestro cerebro funcione bien
- Para el fortalecimiento de los músculos
- Para el sistema nervioso, pues favorece el desarrollo mental
- Es un antidepresivo natural por la sensación de placer que se produce al consumirla.
- Como hidrato de carbono es una muy buena fuente de energía
¿Tiene otros usos diferentes al alimenticio?
Curiosamente, pocas personas conocen que el azúcar se utiliza:
- Como conservante de productos alimenticios como las conservas de frutas, ya que es antioxidante.
- En la fabricación de productos cosméticos.
Tipos de azúcar
Antes que nada, es importante indicar que el azúcar de origen natural es una fuente de energía de rápida absorción. Se caracteriza por ser inodoro, incoloro y soluble.
El azúcar se obtiene a partir del zumo de la caña de azúcar o la remolacha, luego pasa por un proceso de cristalización del cual se obtienen unos “cristales puntiagudos” que dependiendo el grado de refinamiento por el que pasen se obtienen diferentes tipos de azúcar.
Azúcar moreno: Es el que las amas de casa conocen como azúcar negro y es bastante más pegajoso que el azúcar blanco. Suele ser fabricado a partir de la caña de azúcar, ya que la remolacha azucarera presenta problemas para extraer este tipo de azúcar. Tiene un sabor más fuerte debido a que incorpora otras sales minerales y no azúcares de la caña de azúcar.
Se comercializa tanto de forma integral como no integral. En el azúcar integral se conservan las impurezas en los cristales. Se trata del azúcar moreno integral, que prácticamente no está refinado y conserva todos los nutrientes.
PPor otro lado el azúcar moreno no integral, el más presente en el mercado y el más comercializado por empresas de azúcar, es el azúcar blanco al que se le ha añadido extractos de melaza durante su procesamiento.
Otros tipos de azúcar moreno son: demerara, azúcar moscabado, turbinado, panela, etc.
Azúcar blanco: Este azúcar consigue su color y textura a partir de una serie de procesos de refinamiento y blanqueamiento. Es el más utilizado para endulzar bebidas.
Azúcar glas: Se utiliza básicamente para decorar repostería y en general, en la elaboración de postres. Se trata de un azúcar refinado pulverizado.
El azúcar de tipo blanco en polvo o glas tienen una concentración de sacarosa entre un 97 y un 99%.
Otro tipo de azúcares son el azúcar “candi”, azúcar en terrones, el azúcar líquido, el azúcar ecológico. También es importante mencionar la melaza, que no es más que un jarabe resultante del proceso de refinamiento del azúcar. Hace muchos años, el azúcar refinado era un bien de lujo, por lo que las clases bajas solo tenían acceso a la melaza para endulzar.
Consumo de azúcar en España
El azúcar en España se consume más o menos en la siguiente proporción:
- 30% a nivel de consumo doméstico
- 70% a nivel de consumo industrial
Se calcula que en este país, el consumo per cápita de azúcar ronda los 29,3 kilos. Este consumo es alto si se compara con el consumo per cápita mundial que es de unos 21 kilos. Las zonas geográficas que presentan un mayor consumo de azúcar son: Canarias, Galicia y Castilla y León.
En contraposición, Cataluña, Madrid y Castilla-La Mancha consumen en promedio menos cantidad per cápita de azúcar.
En términos totales, España consume unas 1.300.000 toneladas de azúcar por año, de las cuales 300.000 son importadas por restricciones de producción impuestas por la Comunidad Económica Europea.